jueves, 10 de noviembre de 2016

La flor de todas mis primaveras




Puede que otro vista tus lunes de colores más bonitos,
y sepa regar las margaritas que nacen en tu piel.
Puede que sea otro el que haga de tu risa un himno,
y consiga hacerte sonreír como yo lo solía hacer.

Puede que ahora cantes a otros amaneceres,
y tus canciones les ericen la piel.
Puede que no siempre ames a quien quieres,
porque al que sigues amando no le puedes tener.

Pero quiero decirte mientras aún me lees,
que yo nunca busqué un amor de película,
que prefiero amarte tal como eres,
y dejar de buscar donde no hay una salida.

Pues yo la seguridad se la dejo a los bancos,
ya que a mí me basta con poder abrazarte,
y aunque el mañana no juegue de nuestro lado,
podré decir al viento que fui feliz al tenerte.

Yo la perfección se la dejo a los libros,
lo mío siempre fue un cuerpo con cicatrices,
porque el pájaro que nace de un corazón herido,
es el que luego siempre lucha y lo consigue.

Yo la soledad se la dejo a la luna,
pues nunca está solo un corazón enamorado,
y si viene entre tinieblas a acecharnos la duda,
que sepas que soy tuyo aunque no esté a tu lado.

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